Análisis de P.N.03. Lo mas parecido al film Cube en un videojuego.

De regalo un cutremontaje de los míos.

Bien, antes que nada quiero dejar claro que P.N.03 no está basado en Cube, y supongo que el creador de esta rareza, Shinji Mikami, haya pensado en esta película en algún momento del desarrollo del juego. Lo comparo con Cube porque muchas sensaciones que tuve mientras la veía las reviví jugando a este título. Dicho esto, empezamos.

Era una noche de verano, hace ya mas de 10 años, pese a que ya pasaron mas de 15 minutos de las 10, yo estaba terminando de cenar para bajar otro rato mas a la calle a jugar como cualquier otro niño de mi barrio. Pero mientras terminaba , mi madre que estaba haciendo "zapping" por la tele por unos momentos pasó por el ya desaparecido "Canal 2 Andalucía" y estaban poniendo una película muy rara, Cube. En cuanto mi madre quitó el canal para pasar a otro yo termine lo poco que me quedaba y salí corriendo al cuarto de mi hermano a poner la otra tele para seguir viendo esa enigmática y peculiar película. Los minutos que me vinieron después fueron impresionantes, mereció la pena no bajar a jugar esa noche.

Quizás porque todavía era un chaval y no estaba acostumbrado a ver películas tan especiales (por llamarla de algún tipo) esta película me impactó, era frustrante pero a la vez enigmáticamente adictiva, y con ese final que... madre mía que final, casi que ni me lo podía creer cuando vi los créditos. Pues bien, algo muy parecido me ha pasado a mí mientras jugaba y cuando acabé Product Number 03. Al igual que Cube, que la acción pasa sobre 4 paredes, P.N.03 te la pasas casi completamente entre pasillos y habitaciones blancas. Si en la película los personajes tiene ese halo enigmático, en este juego apenas sabes nada de Vanessa Z. Schneider y su "jefe" y al igual que el final de Cube, el final de P.N.03 es desconcertante a mas no poder, y te deja esa sensación agridulce de querer saber mas allá de lo que te cuentan.

Comparaciones a parte, vamos a hablar un poco de que va el juego. Somos Vanessa Z. Schenider una especie de caza recompensas a la que un jefe misterioso le manda ir a unas instalaciones de las CAMS, una especie de organización armamentística de robots que se han vuelto un poco locos y como la protagonista es huérfana por culpa de ellos pues que mejor que contratarla para así vengarse de ellos. La historia aparentemente no da mas de sí, pero cuando llegas al final te quedas con cara de... PERO QUE COÑO ES ESTO.

La mecánica del juego es puramente arcade, la dificultad está muy ajustada y muchas veces nos harán sudar la gota gorda. Tendremos que destruir robots y avanzar por los pasillos y habitaciones de las instalaciones, hay cierto toque de exploración pero es ínfimo prácticamente. Una cosa que llama la atención es que todo prácticamente es blanco, a excepción de algunos robots y algunos trajes de la protagonista. Con forme vayamos avanzando en el juego, iremos ganando puntos y con ellos podremos comprar una gran variedad de trajes, mejorarlos o incluso comprarles ataques potentes.

El apartado sonoro es realmente bueno, con una música electrónica que mete de lleno en la ambientación del juego y unos efectos sonoros mas que notables.

Ahora entramos de lleno en lo realmente maravilloso de este juego, la jugabilidad. Y es que, aunque al principio pueda resultar un tanto extraña lo cierto es que cuando llevamos un rato todas las dudas se disipan y Vanessa responde a la perfección. Con el analógico movemos al personaje, con L y R realizaremos unas piruetas para esquivar disparos, con A disparamos, B saltamos, X agachamos, Y cambiamos de objetivo, Z giramos hacia atrás y el pad de control queda exclusivamente reservado para efectuar combos en una especie de super ataques. Aquí viene lo interesante y lo que mas me gustó del gameplay del juego, y es que como si de un arcade de pelea se tratase podremos efectuar combos para hacer un ataque devastador, dependiendo del combo haremos un tipo de ataque u otro ya que tendremos una larga lista donde aprender. Pero esto no es mu difícil ya que cada traje tiene los suyos propios, algunos 2, otros 3 pero cuando conseguimos el traje Papillon tenemos a nuestra disposición la lista entera de combos. En fin, una maravilla.

En definitiva, en cuanto P.N.03 salió al mercado se convirtió prácticamente al instante en una rareza incluso entre rarezas (valga la redundancia) y desde el minuto cero se consideró título de culto (yo no estoy de acuerdo en usar la expresión "no se qué" de culto, pero bueno) y es que el juego a parte de ser un shoot'm up arcade en estado puro en 128 bits solo hay que verlo unos segundos para notar que destila estilo propio por los cuatro costados. Vanessa de hecho esta siempre bailando, y lo que dispara son una especie de rayos eléctricos gracias al traje, que a su vez tiene un generador conectado a la médula espinal por lo cual hace que genere los rayos al instante de que el cerebro de Vanessa lo ordene, ademas cada combo efectuado viene acompañado de una pequeña coreografía. Ya ves, la de vueltas que le dieron por no ponerle un puto rifle para disparar como en el 99'99% de los shooters. Como curiosidad en el primer trailer del juego y en algunos dibujos del manual del juego Vanessa aparece con un rifle en las manos, extraña decisión la de Shinji Mikami de cambiar este aspecto del juego, pero según palabras de el dijo "Este juego igual no le gusta a todo el mundo". Quiso hacer un juego especial, y la verdad es que hombre lo consiguió... vaya que si lo consiguió.

Para ir terminando me gustaría remarcar de que si alguien está interesado en adquirir este juego a día de hoy, que tenga en cuenta que pese a ser un juego de estas características y a la escasas unidades distribuidas que hay en el mundo (100.000 unidades en total para todo el globo) no es un juego excesivamente caro con su caja e instrucciones, yo lo conseguí entero y en perfecto estado por unos 15€ importado desde Reino Unido, ademas de que está completamente subtitulado al español. Para mi un juego mas que recomendable para todo el mundo, un juego que hay que probarlo al menos una vez en la vida.