lunes, 16 de marzo de 2015

Castlevania, quien te ha visto y quien te ve.


Hace un par de días terminé Super Castlevania IV en mi Super Nintendo. Era de esos juegos que rabiaba por tener y por puro azar te los encuentras en una tienda de segunda mano a mucho menos de lo que se puede encontrar por otros sitios o internet. El caso está es que desde pulsé Start hasta que (unos días después) acabé el juego estube disfrutandolo como un enano, pero un pensamiento me rondaba por la cabeza, y no era muy positivo:

"¿Pero donde coño quedó un Castlevania como este?" No podía evitar sentir lástima por la "muerte" tan espantosa que ha tenido esta saga tan mítica. Muchos hablan de la desvirtuación de Resident Evil, de el abandono de Megaman, pero ¿Y Castlevania?

A mí me gustaría explicar lo que es la esencia de la saga para mí. En un principio, mi primera toma de contacto con la saga fue a los 5 años con la revista del Club Nintendo que me dejaba mi tío para que tuviese trucos y guias de los juegos de la NES que tenia (que por cierto la NES la heredé del él), bien, en uno de sus números hablaban largo y tendido sobre el juego. Ya apenas me acuerdo, de eso hace 20 años, pero la idea del juego estaba clara. Un tío cuadrado, repartiendo latigazos a diestro y siniestro a monstruos variados, con la meta final de vencer a Drácula. Ya mas tarde cuando lo vi en un videoclub tuve la oportunidad de probarlo y vaya, El juego era simple pero todo un reto.

La verdad es que el planteamiento de Castlevania, hasta la llegada de Symphony Of The Night, era bastante arcade, de hecho tiene su propia entrega en recreativas. Ibas desde un punto A a un punto B, repartiendo estopa, sorteando trampas mortales, saltando bloques y subiendo escaleras hasta vencer al jefe de turno. Y aquí es el punto al que quería llegar. Symphony Of The Night a pesar de ser una maravilla ya no tenía gran parte de lo que yo entendía como un Castlevania, ya no había latigo, ya no había saltos imposibles, en definitiva, ese grado de dificultad y aventura plataformera se perdió a favor de una aventura mas enfocada a la exploración al estilo Metroid. OJO, no estoy diciendo que no fuese acertado, la verdad es que fórmula triunfó, se bautizó como Metroidvania, y muy a mi pesar vino para quedarse. En definitiva, dejó de tener ese toque aventurero desafiante para simplemente ser un juego de explorar una mansión.

Retomando un poco Super Castlevania IV, en fases como la de la caverna donde los pinchos si los tocas mueres, o la de ir subiendo por una torre mientras una sierra te persigue, y si te mata tenias que volver desde el principio del nivel me dije "Ostias, esto era lo que yo conocía como un Castlevania, con látigo y todo". Y todo esto mejorado con una jugabilidad perfecta, ya que el salto respondía muy bien, el látigo podías lanzarlo a las 8 direcciones, dejarlo caer e incluso usarlo para ayudarte a sortear cornisas a lo Indiana Jones. Eso, unido a la variedad de situaciones geográficas ya que no se quedaba estancado solo a la mansión, me hicieron recordar lo grande que fue esta saga. Para sin duda alguna, si me preguntasen con cual Castlevania me quedaría diría que este, porque es el que mejor representa a la saga, en su máximo esplendor.

Eso sí, yo de la saga sacada por el estudio Mercury Steam no hablo, me sentó como una patada en los huevos. Ojalá algún día Konami se acuerde de lo grande que fue su saga y se anime a sacar un Castlevania, pero no un Castlevania cualquiera, quiero uno de los del látigo, tíos petaos con falditas y aventurarse al mundo lleno de monstruos lejos de esa estética y ambientación gótico-festiva instaurada desde el Symphony. Yo soy así, parezco un viejo soltando la vara de que en sus tiempos las cosas eran mejores, pero es que, hasta la música era distinta.